Resulta difícil creer que en el país más importante del planeta anden carentes de algo. Uno tiende a pensar que en los Estados Unidos de Norteamérica hay de todo pero no, no es así. Algo que no tienen ni tendrán nunca es PASIÓN.
Chad Mendes lo decía al acabar su combate contra el Rey McGregor. Antes ya se lo había escuchado al campeón del peso medio, el también norteamericano Chris Weidman: «Ojalá los nuestros nos animaran como animan los irlandeses». Lo siento Chris, lo siento Chad. Sois la nación más rica, marcáis el ritmo del mundo, hacéis las películas más espectaculares… pero espectacularmente sois unos ‘sosainas’.
Con más de 300 millones de personas Estados Unidos tiene tantos deportes y tantos deportistas a los que idolatrar que no focaliza su energía hacia el singular. Allí conjugan el plural. Baloncesto, béisbol, atletismo, tenis, boxeo, fútbol americano son sólo algunos de los deportes en los que los yankees son los mejores. Cojamos, por otra parte, a Irlanda. ¿En qué son buenos los irlandeses? ¿Quién es el mejor deportista irlandés de los últimos 30 años? Lamento no tener una respuesta clara para las dos preguntas. Más o menos sé que en rugby siempre están ahí. En fútbol, Roy Keane jugó en el Manchester United siendo un referente. Tienen fama de ser buenos boxeadores y hace años había un ciclista que se llamaba Sean Kelly que tenía una buena llegada al sprint. Ahí me quedo. Lo siento.
Un país que no tiene ídolos ensalza a los pocos que aparecen cada cierto tiempo. Por eso, los irlandeses animan como si no hubiera un mañana a Conor McGregor. Lo harán siempre. Mientras aquel que pelea contra McGregor pelea contra toda una nación, el que lo hace contra un luchador americano sólo tiene un rival, el de la esquina de enfrente.
No hay que darle más vueltas. En la vida no se puede tener todo. No se puede ser guapo, alto, rico, inteligente, culto, refinado, buen padre y mejor esposo. Algún defecto habrá. El vuestro, amigos americanos, es que sois sosos. Os falta pasión porque os sobran ídolos.
Por Enrique Gimeno
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