Al igual que Conor McGregor, Darwin Rodríguez (La Palma, 1992) tiene un tigre tatuado en el torso, quizás es lo único que tiene en común con el irlandés. «El suyo es en color, el mío en blanco y negro», dice. Prudente, tranquilo, inteligente, Darwin apunta a las grandes ligas a base de ir mejorando su récord. Uno de los grandes semipesados del país (8-4) visita esta semana el Blog. Bienvenido ‘Noble’.
PREGUNTA: Antes de nada quiero que cuentes a los lectores el origen de tu nombre. No tiene desperdicio.
RESPUESTA: Mi padre se olvidó del nombre que le había dicho mi madre (de camino al juzgado para registrar el nacimiento), llamó a casa y mis hermanas (es el único varón de cuatro hermanos) estaban estudiando la teoría de la evolución de las especies (de Charles Darwin) y le dijeron Darwin.
Osea que si hubieran estado con la revolución francesa te hubieran podido llamar Napoleón jejeje. ¿Cuál era el nombre que tu padre olvidó?
Ángel.
Bueno, Darwin es más original. Hablemos de MMA. De ti me dicen que como luchador eres inteligente y que te has hecho un poco a ti mismo.
Me he hecho de todas las personas que conozco y siendo inteligente para coger las cosas de uno y de otro. Siempre he tenido una cosa clara que me enseñó mi abuelo, él me decía, «piensa con la cabeza para que no tengas que doblar mucho la espalda», entonces eso mismo lo aplico a la lucha.
Hablas de una forma muy correcta por lo que veo.
No tengo estudios, llevo toda la vida trabajando pero sí me preocupo de leer, de hablar correctamente, no soy un catedrático pero hablo bien.
Llegaste a las artes marciales mixtas después de haber practicado de todo.
Practiqué judo, karate, lucha canaria, luego muay thai y ya el combat sambo.
No es que haya muchos luchadores de tu peso españoles pero, desde luego, estás entre los mejores. Además, ganando este pasado sábado en tu defensa del cinturón AFL.
Sí, fue en el segundo asalto contra Amilcar Alves, 15 codazos le metí hasta que pararon la pelea.
En tu esquina estaba Dani Ladero, otro ‘light heavyweight’ a tener en cuenta.
Ladero va a ser una super estrella en las MMA porque estamos trabajando juntos y vamos a hacer las cosas bien. No cometerá los fallos que yo cometí. Así que hará un pedazo récord.
¿Qué fallos?
Por ejemplo, la pelea contra Amirkhan Ghuliev en M-1 en 2016. Era un niño, no tenía ni mental ni físicamente las capacidades para esa lucha, tendría que haber seguido ganando experiencia. Hoy en día estoy seguro que voy y le pego a Amirkhan.
¿No te ves bajando a los medios?
Que va, que va, yo recorto de 105 kg a 92,9 e hice nueve bañeras para dar el peso para este último combate. No soy un semipesado grande pero por estructura física para mí dar 84 kg sería un castigo enorme.
¿Tus anhelos pasan por llegar al UFC?
Fui a acompañar a Joel Álvarez a Praga y vi lo que es el UFC desde dentro, cómo lo tienen todo montado y flipé. Entonces yo también quiero vivir eso. Antes lo veía como un sueño y ahora lo veo como un objetivo. Vamos a intentar hacer un buen récord pegándonos con gente importante y llegar allí. Pero no quiero llegar y ya está. Quiero llegar y si firmo cuatro peleas, ganar las cuatro. Hacer algo que se recuerde siempre, ese es el objetivo.
Vives en la quinta isla por población y tamaño de las Canarias pero eso no limita tus aspiraciones.
Tengo una academia aquí, ‘Los Álamos MMA’, ahora voy a abrir otro gimnasio, tengo ilusión en que en un futuro los luchadores quieran venir a prepararse aquí a la Palma y organizar campamentos de entrenamiento.
Te apodan ‘El Noble’. ¿Un noble en la era del trash talking?
La gente dice que soy demasiado noble. Estamos acostumbrados a ver a McGregor y eso, lo que no puede ser es que se generen piques, tonterías, meterte con la raza de una persona, con la religión, hay que tener ética y hay barreras que no se pueden superar y una de esas cosas es el respeto.
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