La pelea que nunca tuvo lugar no tendrá lugar, Ferguson-Nurmagomedov, tropezón traicionero y ¡todo a la mi****! Otra vez ha pasado, cuarta vez.
Esta semana tenía previsto hablar de este combate, del porqué veía al ruso favorito en un 60%, del cuerpo de maratoniano de Ferguson que le hace llegar siempre más lejos que sus rivales, de por qué veo a McGregor con más opciones ante Khabib que Ferguson…¡Bajen las armas!
Resulta que ayer, 1 de abril, el día de los tontos para los países anglosajones (April’s Fools Day), otra vez se nos queda cara de ‘santos inocentes pasmaos’ al hacerse pública la lesión de rodilla de Tony Ferguson y, por tanto, la suspensión de la pelea contra Nurmagomedov prevista para encabezar el UFC223 de este próximo fin de semana.
¿Y sabéis cómo parece que se produjo esa lesión? No podía ser de otra manera, de la forma más tonta.
«Me dicen que la lesión de Tony Ferguson fue literalmente causada por un tropezón. El accidente más raro de todos los accidentes raros. Estaba caminando, vio a alguien que no esperaba ver, se giró bruscamente para saludar y tropezó«, dice un periodista generalmente bien informado como Brett Okamoto.
I’m told the injury to Tony Ferguson was literally caused by a trip. The freak accident of all freak accidents. He was walking, saw someone he wasn’t expecting to see, veered sharply to say hello and tripped.
— Brett Okamoto (@bokamotoESPN) 1 de abril de 2018
Sea como fuera, el UFC ha movido ficha y ha programado otra pelea de altísimo nivel, es innegable. Nurmagomedov seguirá peleando en Brooklyn por hacerse con el cinturón ligero ante Max Holloway, el campeón del peso pluma, que quiere hacerse un ‘McGregor’ en dos categorías distintas.
Aún así, muchos estaréis conmigo en que hubiéramos preferido la primera opción.
Maldita pelea la suya.
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