Aunque ya ha amagado algunas veces con colgar las guantillas, aún le queda a Daniel Cormier una oportunidad más para irse por todo lo alto. Un combate final para alejarse éxitosamente del octágono, el que cierre la trilogía con el actual campeón del peso pesado del UFC, Stipe Miocic.
Al hilo del documental de moda en Netflix, ‘El Último Baile’, sobre la postrera etapa triunfal de Michael Jordan con los Chicago Bulls, tiene Cormier ante sí el reto de despedirse de las MMA como un gran campeón. No es un ningún imposible ni mucho menos.
El gordito ya le ganó a Stipe Miocic en el 2018 y la vez que perdió un año después, iba dominando la contienda a su manera. Es evidente que la gran pesadilla para Cormier, el hombre que le hizo llorar y convertirse en un meme [como Jordan] no es el bombero de Cleveland. El invencible para ‘DC’ es otro. Por eso tiene sentido bailar por última vez.
Excampeón del peso semipesado y del pesado, gran comentarista y showman de notable sentido del humor, esto es lo que venía a decir esta semana a MMAJunkie sobre su ‘último baile’: «Sería el perfecto escenario… Ganar el cinturón otra vez, no desvincularme de las artes marciales mixtas, trabajar fuera también de las MMA construyéndome mi marca personal y aumentar la visibilidad en general».
Cerrando con la inspiración baloncestística del artículo, lo que pretende el bueno de Cormier es ni más ni menos que seguir los pasos (salvando las distancias) de Shaquille O’Neal.
Haber sido un grande durante y después.
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